HISTORIAS DE LA CIUDAD, LA NOCHE, LOS AUTOS Y LA RUTA

HISTORIAS DE LA CIUDAD, LA NOCHE, LOS AUTOS Y LA RUTA

"Ya he escrito toda la carretera. He ido rápido porque la ruta es rápida. Es sobre tí, sobre mí y sobre el camino"
(Carta de Jack Kerouac a Neal Cassady fechada el 25/5/51)





viernes, 28 de mayo de 2010

AFFAIRE




“I’ ve seen things you people people wouldn' t believe. . . All those moments, will get lost in time like tears in the rain”
(Monólogo final del replicante Roy. Blade Runner/1982).

Affaire fue sin dudas uno de los lugares mas maravillosos de los últimos 20 años. Ese templo, vivió sus días de gloria a mediados de la década del 90, cuando resultaba la mejor opción si alguna noche no teníamos el dinero suficiente para los locales top de Recoleta de ese entonces, llámese Black, Play Woman, etc. Y era claramente de mejor nivel que los cabarets de Reconquista.
Allí se llevaron a cabo innumerables festejos y despedidas de solteros como la de mi amigo Juan Carlos, de quien además fui testigo de boda y hoy obviamente, está divorciado.
Allí celebrábamos con los compañeros de la oficina los brindis de fin de año, cuando antes de entrar nos juramentábamos entre todos solo ir a tomar algo y al rato salíamos en estampida grupal como una manada salvaje hacia el Banelco que estaba enfrente para volver a las corridas y quemar alegremente nuestros magros sueldos estatales.
Allí el gordo Tapita, contador él, y reconocido hincha de Lanús se acoderaba al fondo de la barra a beber hasta que cerraban el boliche y prendían todas las luces.
Allí también cada tanto, se hacían las inolvidables fiestas de disfraces donde las chicas sacaban a relucir sus diminutos atuendos de Cow Girl, Gatúbela, Policía, etc. (mención especial para La Diablesa). Aún recuerdo al abogado más casado y más serio de la oficina dirigiéndose rápidamente y sin avisar hacia la salida que conducía al ascensor con una morocha disfrazada de enfermerita. Ese ascensor te llevaba a las habitaciones que quedaban en el edificio contiguo, con lo cual el que quisiese subir con alguna de las señoritas no tenía que pagar hotel aparte.
En la intimidad de esos cuartos y a puertas cerradas claro, las chicas podían además consumir cocaína y otras substancias que llevaban en sus carteritas e intercambiaban con sus compañeras al entrar y salir del famoso ascensor, cosa que no hubiesen podido hacer dentro del “boliche”, por su puesto. Con lo cual las habitaciones de arriba eran “verdaderos” lugares de esparcimiento.
Además Affaire era el lugar ideal para ir pre-dancing o incluso en alguna noche de melancólica soledad.
A raíz del éxito que el lugar tuvo en su momento, se abrió otro local con el mismo nombre en la zona de Recoleta. Pero los del palo sabíamos bien que el legítimo, el verdadero, era el de “Pueyrredón y Paraguay”; que de escuchar solo las coordenadas ya me vuelven las ganas de que sea de noche y arrancar para allá con los secuaces.
Y luego recuerdo que venía el after, esto era, después de las cinco o cinco y media de la mañana, aquellos que habíamos llegado a desarrollar alguna amistad con las chicas de ahí, podíamos ir a Pablo`s, el café de enfrente, que como todo lugar mágico, estaba abierto las 24 horas. Por lo tanto, no importaba adonde hubiésemos ido a tomar algo o a bailar esa noche, tipo seis solíamos caer con mi coequiper Eduardo, a desayunar con las nenas de Affaire y las de La Saison (hoy Madonna), que estaba en la otra cuadra y no competía con Affair por ser aquel marcadamente mas caro. ¡Otra vuelta de café con leche y medialunas!, que como decía la canción: “la vida es un carnaval”.
Sus nombres merecerían el bronce en la vereda de Pueyrredón al mil: Lola, Pocahontas, Maia. Se veían tan bellas producidas bajo los spots de Affaire como con la primera luz del día desayunando en Pablo`s con un equipito de gimnasia, sin maquillaje y estudiando los apuntes de la facu.
Esta tarde pasé de casualidad por allí y me encontré con esta imagen devastadora para nuestros corazones y para el patrimonio cultural de la ciudad de Buenos aires que logré fotografiar. Ha llegado el final. Luego de casi dos décadas, cerraron Affaire y pronto demolerán el edificio, seguramente para construir allí alguna rectilínea torre de departamentos sin ángel alguno. La incesante despersonalización de la ciudad. El negocio de las constructoras, las inmobiliarias y los funcionarios.
Como si esto fuese poco, en lo que hasta ayer fuera el viejo bar Pablo`s acaban de abrir una heladería de plástico y sin encanto que se llama Mascarpone, donde las criaturas del día, que aparentemente hoy la frecuentan –señoras gordas que toman helados y les sirven a sus niños en la boca con cucharitas de colores-, no tienen idea de la riqueza vivencial que esas paredes encierran.
Hace poco leía un reportaje a Fernando Vallejo, autor de “La virgen de los Sicarios”, quien sostenía que nuestro tiempo pasó el día que desaparecen los lugares que nos pertenecen, o cambian de nombre.
Minutos atrás mi amigo Diego me daba su enfoque en otras palabras: “Es una triste noticia. Pero ya encontraremos otro lugar”.
Yo, personalmente, prefiero creer que si todo aquello que tuvo un espíritu, un alma, tiene por lo tanto vida eterna, hay una callejuela en un suburbio del cielo donde acaban de abrir un lugar para tomar unos tragos con ángeles y diablesas. Y luego: ¡todos enfrente a desayunar!-
http://www.youtube.com/watch?v=-C3ibuq3nZk&playnext_from=TL&videos=pLs_JvDTI_s

3 comentarios:

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  2. Un clima nocturno lleno de magia, si la noche de nuestra ciudad tuviera un alma ( que la tiene), sería así, melancólica, libre, hermosa...Un relato hecho de nostalgia y misterio.Me gustó como para quedarme mirando por mi ventana , lejos , hacia las estrellas de esta sorprendente Buenos Aires. Erian.

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  3. La noche era una gran fiesta en otros tiempos...tenía un duende, un juego desafiante que ya es nostalgia.Lo volví a vivir con tu cuento. Todo cambia, pero parece que para algunos, hay cosas que no mueren, brindemos por eso, y que vengan más de tus cuentos .Los esperamos.

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