(Dedicado a mi hijo
Mateo, nacido el 18/11/15)
Tomado fuertemente a la
mano de tu madre, estuve allí cuando llegaste. En ese instante fundacional,
marcado en la eternidad, cruzaste tu mirada con la mía y tu llanto –que fue mi
risa– sonó como el rugido del joven león que recién arribado a la selva anuncia
el comienzo de su reinado, espantando a las jaurías de oscuras hienas del
infierno.
Fue el triunfo del imperio de la luz por sobre las
tinieblas y sus fantasmas temerosos.
Luego te tomé en mis brazos, que fueron más fuertes que
nunca, te aferré a mi corazón en un abrazo que durará por siempre y te juré que jamás te abandonaría.
Bienvenido a la ruta, mi pequeño guerrero. “Welcome to
the jungle” como decía aquella canción de mis tiempos que ya te haré conocer,
como tantas otras pertenecientes a una época dorada donde mi generación fue
parte de ese milagro llamado rock n`roll. Te contaré historias de guitarras
estridentes y corazones rotos. Te contaré cuando pude ver en vivo a Luca, a
Cerati, a Federico, a Miguel Abuelo, a Cobain y Michael Hutchence de los INXS.
Esas leyendas cuyos nombres leerás en los libros donde se escribe la historia
de quienes ofrecieron sus vidas al fuego eléctrico dejándonos sus canciones. Te
contaré de mis noches en sótanos, bares y discotecas. Noches que se
transformaron en mañanas que destellaban en los ojos de los vampiros de mi
especie quienes nos reagruparíamos en la siguiente luna para nuevas y románticas cacerías piratas.
Bienvenido a la ruta, hijo del viento y las estrellas.
Antes de que duermas voy a contarte un cuento bajo el cielo de una noche cálida
en la que volarán tus sueños, y creeme que tengo muchos relatos para contarte.
Algunos dicen que soy bueno como narrador. Cuentos de carreteras perdidas y de
héroes inmortales. De batallas donde los fierros clásicos desafiaban al imperio
del plástico, cuentos de pumas, de fantasmas y de dragones. Algunos que incluso
mi abuelo me contaba, ese mismo viejo sabio que a veces aparece en mis
historias. Cuentos que te harán volar con tu imaginación a fantásticos reinos
donde aventureros en autos de hierro rescatan bellas princesas soñadoras.
Bienvenido a la ruta de los gladiadores, hijo mío, ya que
no nacimos como parte de la realeza sangre azul. Nuestra sangre es caliente y
se derrama por causas justas o por locas
utopías. Nunca le falles a un amigo,
algún día él también te dará una mano cuando la necesites mientras los cobardes
de siempre te ignoren. Podés enamorarte una y mil veces, y estate seguro de que
romperán tu corazón; pero te levantarás hasta llegar al alma de esa que te
soñaba aún antes de conocerte.
Solo podrás confiar en unas pocas cosas en esta vida que
inicias: en tu madre, en mí, en los perros…y en los autos clásicos. El día de que
le des arranque a un auto de seis u ocho cilindros y lo aceleres sintiendo ese
olor a nafta, y el rugido de ese motor, sentirás que algo en vos cambió para
siempre y ya no habrá vuelta atrás. De eso están hechos los verdaderos hombres,
allí sabrás que ningún sueño de libertad es imposible, y solo es cuestión de
girar la llave, poner en marcha y salir a buscarlo.
Bienvenido a la ruta, mi nuevo compañero de carretera. En
este camino conocerás amigos mecánicos que entre mate y mate te demostrarán que
son más de fiar que ese estúpido nerd graduado en Silicon Valley y que acaba de
diseñar el primer auto híbrido argentino. Conocerás chapistas, carburistas,
chasistas, y toda clase de locos forjadores de esta maravillosa cultura del
metal pesado.
Palabras como Chevy, Falcon, Valiant, GTX, Torino y
tantas otras, se te volverán familiares. Comprenderás que los mejores planes
surgen de charlas en las cafeterías de las estaciones de servicio. Y cuando
aceleres por una ruta despejada con el sol en el horizonte entenderás por fin
de que hablaban todas esas letras de rock que te haré conocer.
Recorreremos pueblos perdidos con personajes misteriosos
y protagonizaremos nuevas historias extraordinarias. Te presentaré a los locos
amigos que aparecen en mis cuentos para que veas que son reales. Pararemos al
costado del camino para comer un asado con ellos, y luego seguiremos adelante.
Aprenderás a percibir el perfume de los caminos cordobeses allá por la ruta 38,
y también a disfrutar del aroma de la sal marina cuando surquemos el camino de
la costa, y al regreso a la ciudad, el olor de la lluvia sobre el asfalto de
las calles te hará saber que retornamos a casa, solo para planificar nuestro
próximo viaje. A pura nafta súper.
Siempre voy a protegerte, mi pequeño ángel del camino.
Como alguna vez escribiera en otra historia: no voy a soltarte, no voy a
dejarte caer. Tengo infinitas heridas en el cuerpo y en el alma que me hicieron
más fuerte y más sabio, quizá también para enseñarte a no cometer mis errores.
Algunas cicatrices dignifican e inspiran respeto a quien sobrevivió para
contarlo. He perdido muchos buenos amigos que cayeron en batalla y a los que
nunca olvido. Y debés saber que cuando ahora te tengo en mis brazos y veo la
inocencia de tus ojos que me miran con asombro, sé que todas mis luchas
sirvieron para ser tu mejor custodio. Te enseñaré a sobrevivir en la noche, ese
apasionante territorio con sus miles de trampas mortales. A mí nadie me enseñó
y aprendí a los golpes. No es fácil, pero se aprende.
Bienvenido a la ruta, regalo de Dios, de seguro algún día
armaremos algún acorazado de cuatro ruedas con un gran motor naftero que nos
llevará juntos a escribir nuevas páginas de este libro de aventuras que para
vos recién comienza. Lo rescataremos del óxido y del tiempo, y sentirás que es
tuyo para siempre. Sé que en algún lugar hay uno que te espera.
Y así, cuando llegue el momento, finalmente estarás listo
para la carretera y te dejaré libre para que hagas tu propia historia, sabiendo
desde luego, que siempre contarás conmigo. Mientras tanto, y hasta que llegue
esa instancia: aferrate a mi mano. Bienvenido a la ruta de la vida y de los
sueños. Kilómetro cero.
Por César
Rodríguez Bierwerth
César esta buenisimo!
ResponderEliminarExcelente
ResponderEliminarSencillamente "un nuevo comienzo"...impecable,como siempre Cesar .
ResponderEliminarGran abrazo, Amigo!
EliminarSin Palabras Cesar!!!! Excelente!!! Si algo hicimos juntos fue Viajar en el tiempo y transformar a La Maga en lo que deberia SER!!!. Y cuando llegue el tiempo y Mateo este listo, su corcel metalico estara ahi, listo para nuevas aventuras y sabre que la dinastia continuara y que fui parte de ella. Ale
ResponderEliminarGracias por ser parte de la historia, Ale!
EliminarQué grande amigo de tantas noches de insomnio, te felicito por Mateo y por tu cuento , que como siempre me emocionó como la charla con aquel puma,o como el cielo que lloraba, pero esta vez fue una emoción de alegría.Genio César! Y a vos Mateo , como dice tu padre Welcome to the Jungle.Un abrazo fierrero desde Córdoba Capital. Mauro.
ResponderEliminarGracias!! Gran abrazo, Mauro!
EliminarEl sentimiento puro en cada palabra, muy bueno cesar. Genio me senti identificado con tus lineas desde el corazon
ResponderEliminarPuro sentimiento en cada palabra cesar, muy identificado me siento a travez de este cuento magico. Gracias por estas lineas que llegan a la pasion de cada loco de los clasicos argentinos
ResponderEliminarEl sentimiento puro en cada palabra, muy bueno cesar. Genio me senti identificado con tus lineas desde el corazon
ResponderEliminarMuy emocionante tu carta. Fuimos papás hace un poco más de un año y nuestro Manu ya tiene miles de kilómetros de ruta. Una sensación inigualable. Saludos y buen año! Cecilia
ResponderEliminarSaludos y felicidades para ustedes tambièn, Cecilia.
EliminarQué bueno César! Felicitaciones y gran abrazo! Ahora Mateo a prepararse para la ruta y el heavy metal, un nuevo compañero para los caminos que siempre nos llaman. Bienvenido a la vida y a la pasión fierrera. Y a vos amigo César seguí dándonos estas emociones. Martin , de San Telmo.
ResponderEliminarMuy bueno lo que escribiste César, como nos tenés acostumbrados, excelente, y muy grande la emoción de tu heredero de fierros legendarios y rutas que esperan. Abrazos y que sigas llenando de lágrimas de alegría los ojos de tus seguidores. Manuel, de Quilmes.
ResponderEliminarComenzar una nueva vida , un desafío, un hijo es un gran compromiso, y es para siempre, pero es maravilloso, sobre todo para nosotros , los Señores de la Ruta, es bueno transmitir esta pasión fierrera a los que nos siguen, y a nosotros nos gustan los desafíos.Felicitaciones , hermano, te abrazo desde Adrogué. Darío.
ResponderEliminarGrande César!!!!
ResponderEliminarGrande César!!!!
ResponderEliminarLo escribiste con el corazón hermano, te felicito! Y vamos los fierreros, te seguimos siempre. Aldo, de Temperley.
ResponderEliminarGracias. Un abrazo.
EliminarBienvenido Mateo, ya pronto te vamos a ver en nuestros encuentros, en las caravanas, felicitaciones Cèsar, tu Carta emocionante, nos vemos .Marcelo, de Capital.
ResponderEliminarSIEMPRE ME EMOCIONAN TUS PALABRAS, PERO ESTA CARTA A MATEO ES ESPECIAL. FELICIDADES AMIGO QUERIDO, TE MERECES TODO, X SER TAN BUENA GENTE. MYRIAM
ResponderEliminarLos Bandidos todavía seguimos y queremos conocer a Simba el nuevo cachorro futuro rey dela Selva ahi vamos a estar asegurándonos de que no se confunda de camino siempre ayudando a Cesar y familia gracias por agrupar a todos los fierreros! Abrazo amigo de Hierro
ResponderEliminarSe extrañanntus cuentos capo!
ResponderEliminarVolveré pronto a escribir tanto aquí como a terminar mi segundo libro. Gracias por seguir mis historias. Gran abrazo.
EliminarVolveré pronto a escribir tanto aquí como a terminar mi segundo libro. Gracias por seguir mis historias. Gran abrazo.
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